Tome un periódico.
Tome unas tijeras.
Elija en ese períodico un artículo que tenga la extensión
que usted quiera dar a su poema.
Corte el artículo.
Corte en seguida con cuidado cada una de las palabras que
constituyen el artículo y póngalas en una bolsa.
Agite suavemente.
Extraiga luego cada trozo uno tras otro en el orden en que
salen de la bolsa.
Copie concienzudamente.
El poema será la viva imagen de usted.
Y usted será “un escritor infinitamente original y de
exquisita sensibilidad aunque el vulgo no lo comprenda”.
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